sábado, 23 de mayo de 2015

Crónica: Participación en la Polar Gran fondo La Mussara. 16/05/2015

Lo que en su día fue un capricho por el mero echo de que me gustaba lo que regalaban con la inscripción y por el recuerdo que tenia al ver pasar miles de ciclistas por tu ciudad natal sin saber que era eso.. os hago una pequeña crónica de lo que ha sido para mi participar en la

"POLAR GRAN FONDO LA MUSSARA" Reus


Hace mas o menos un año. Recuerdo que era un día lluvioso, en concreto uno de esos sábados que volvía a Reus después de mi semana de trabajo en Barcelona y que me reunía con mi padre para hacer el ya típico desayuno/reunión semanal para contarnos el resumen semanal y poder disfrutar de un rato familiar. Como de costumbre, después de desayunar siempre íbamos a dar una vuelta pero dado que era un día gris y chispeaba un poco, de camino a una tienda nos topamos con un tapón de coches debido a un corte en una rotonda que había a unos pocos metros. Eché un vistazo y vi que no paraban de pasar ciclistas y ciclistas. Ciclistas que iban todos con el mismo maillot de color rosa y negro, menos algunos que llevaban chubasquero y lo llevaban un poco escondido. 
Me informé un poco y me dijeron que la meta se encontraba en la sala de eventos de dicha localidad. Una vez me despedí de mi padre fui a echar un vistazo y me informé de que trataba todo esto.

Así conocí dicho evento, aunque para entonces no me podía imaginar que justo un año después estaría en la linea de salida con el maillot de la segunda edición. 

No recuerdo bien cuando hice la inscripción, creo recordar que fue a finales de 2014, y suerte que lo hice porque en un par de semanas se acabaron todas las inscripciones. Aunque parezca mentira, en ese momento ni estaba entrenado para hacer 97 km ni para hacer 1 km. La verdad es que me apunté para conseguir el maillot y los calcetines que "regalaban" ya que en ese momento acababa de hacer la maratón de Valencia y deportivamente estaba muy desmotivado, así que prácticamente me volví nulo hasta después de navidades.

A finales de enero y/o principios de febrero me dije "a ver Sergi, o te pones las pilas o no participas, ¿que hacemos?" "voy a buscar el maillot y me voy sin hacer la carrera.. vendo el dorsal.. " nada de eso. Finalmente me puse a manos de un entrenador que me guió un poco y me motivo a salir a entrenar. 
Noté como poco a poco, semana tras semana iba mejorando. Empecé muy mediocre pero vi como, haciendo la misma ruta, cada vez aguantaba mas y mas. Hasta que hice mis primeros 60 km, mis 80km, 103km y hasta casi 130km  el día que subí al monasterio de Montserrat a falta de un mes de la prueba, ya me sentía mas o menos preparado.
Las dos ultimas semanas antes de la prueba reconozco que no hice grandes esfuerzos, tan solo sali a rodar un par o tres de veces a la semana para mantener.

Viernes 15 de Mayo del 2015:

Salí de trabajar a las 14:00, fui corriendo hasta la estación de tren con la maleta y la bici para poder coger el primer tren que pudiera para poder llegar lo antes posible a Reus - sino tienes que esperarte una hora entre un tren y otro-.  
Una vez en Reus lo primero que me encuentro al bajar del tren es "VIENTO" algo muy común de esta localidad aunque dijeran lo contrario mientras estábamos en los cajones de salida el día de la carrera. Viento y POLEN, mucho polen ya que cuando llegue a casa después del trayecto desde la estación seguramente todo el polen que me encontraba pasaba por el filtro de mis fosas nasales para quedarse allí incrustado y hacerme llorar, picar y estornudar toda la tarde y noche. Incluso, me hizo dudar si realmente estaba en condiciones de poder ir a la carrera debido a mi estado de salud a las 5 de la mañana del sábado.
Remarcar que casi no consigo el dorsal dado que para llegar al pabellón tuve que luchar contra el viento haciendo posiciones cortantes o aerodinámicas.

Sábado 16 de Mayo del 2015:

Sonó el despertador a las 5:00 de la mañana y parecía que no había dormido mas de una hora seguida dado que durante la noche me levante varias veces por culpa de la mucosidad e irritación causada por la alergia al polen consumido el día anterior. ;e llegan a hacer un control antidoping y doy positivo en polen seguro.
Como he comentado, ha esa hora, después de haber desayunado sin hambre por culpa de mi mal estado, me pongo en duda si realmente vale la pena ir. Pero como días así hay cuatro y de primeras veces hay pocas, no quería perderme esa oportunidad.
Una vez ya cambiado y con todo preparado para irme de casa comprobé que no me faltaba nada, ni barritas ni agua ni nada. Cuando salí a la calle note un frió impresionante, algo anormal a lo que había hecho los días anteriores, suerte que fui prudente y me puse una térmica dentro de la maleta. Empiezo a rodar por la calles de mi muy conocida ciudad y empiezo a cruzarme con los primeros participantes de rosa que se dirigen al punto de salida, hoteles llenos de participantes y calles cada vez mas concurridas, Policías preparados y voluntarios en sus puestos. 
Mientras espero que vaya llegando la gente y se hace la hora, aprovecho para hacer el ritual precarrera y para beber un poco de agua.
Al salir de los baños veo como el sol ha empezado a salir y que la temperatura ha subido considerablemente, hecho que me hacer poner en duda si realmente debo partir con la térmica puesta o no.

- - - - -  un inciso, me estoy liando con los tiempos verbales, así que educadamente me disculpo y sino te gusta es lo que hay.. ----

Finalmente me quito la térmica y la escondo por la zona para recogerla al terminar (finalmente no sera así dado que por desconocimiento el circuito acaba en la otra punta de la ciudad y seguramente acabara siendo propiedad de alguna buena persona que en días de frío se la pondrá y estará calentito/a).
Cuando hice la inscripción me puse una estimación muy alta dado que para entonces apenas sabia subir a la bici y abrocharme el casco, con lo cual, parto del cajón ocho, el último en salir y cajón que verá partir a todos sus participantes por su derecha.

Dan la salida! el de megafonia sacando todo su ser para animar y decir que ya había empezado la mítica carrera -segunda edición-, los participantes se mueven agitados por los nervios, por el frío o porque tienen que iniciar su marcha. Una autentica marea rosa tal y como lo dicen, todos con el mismo maillot, una imagen digna de ver.
Me hace especial ilusión partir, recuerdo que hace justo un año me encontraba fuera de esta carrera y a día de hoy me encuentro participando en ella, un circuito que recorre sitios muy emblematicos para mi como mi propia ciudad la cual he crecido y he vivido durante mas de 20 años, pueblos que alguna vez he estado, ya sea con familiares o con amigos y el respeto que le tengo a la montaña de la Mussara. Montaña que a los catorce años -cuando empece con el ciclismo- veía muy difícil de subir, un reto personal que algún día tenia que cumplir. Recuerdo ir con mi padre en coche por la misma carrera que sube desde Vilaplana y ver algún que otro ciclista subiendo con cara de sufrimiento,¿sufriré como esos pobres ciclistas?.

Ahora si, centrémonos en la carrera en si y dejémonos de recuerdos nostálgicos.

Paso por el arco de salida unos 15 minutos después de que se diera la salida y empiezo a pedalear con ganas pero prudente, quedan muchos kilómetros por delante. Pasamos por hospital***** de Reus y nos introducimos un poco en la ciudad. Calles cortadas, gente desesperada dentro y fuera de sus coches esperando observando con buena cara o pensando en todas las madres de los participantes.
LLegamos a la Misericordia y empezamos a subir, realmente poco pero ya no vas tan ligero como antes, un falso llano.
Salimos de Reus dirección Maspujols, la de veces que he pasado por allí - en coche-. Pensaba que seria un agobio, pensaba que todos los participantes irían pegados y que iría muy incomodo, nunca había participado a ninguna carrera ciclista así que siendo muy prudente y mirando a todos lados voy situandome entre todos los  participantes. A medida que vamos avanzando voy viendo como se van formando pequeños pelotones, me voy juntando a algunos pero veo que algunos van muy rápidos y otros lentos, asi que sigo individualmente sabiendo que después de Vilaplana empieza la Cronoescalada, unos trece (13) kilómetros de subida continua, una lucha individual que no tengo que subestimar.
Empiezo a subir, pongo un piñón cómodo, los participantes van dispersos, los pelotones se desacen y mirando hacia arriba se aprecia una linea rosa que marca toda la carretera  hasta que los arboles te permiten ver. Una preciosidad, un contraste entre verde, azul y rosa, y con el día que esta haciendo, nitido y con sol, se puede ver perfectamente.
Sube, sube y sube, vamos Sergi vamos, cartel de 5 km de la cronoescalada. Realmente cansa porque es muy continuo pero me siento muy bien, voy adelantando a participantes sin hacer un sobre esfuerzo - también me van adelantando- voy subiendo poco a poco, algunos participantes se paran para disfrutar de las hermosas vistas, incluso se hacen fotos "selfies" con los otros participantes que van subiendo. Hay veces que algunas cuestas se hacen aburridas o monótonas pero no es el caso, antes de que te des cuenta te encuentras en la cima, donde te encuentras el primer avituallamiento de líquidos, lleno de gente y bicis por todos lados. Bebo un poco y me como la primera barrita con la calma, saludo a algunos conocidos y sigo con la marcha.
         
       Kilómetro 28 mas o menos, una vez pasado el primer avituallamiento, encontramos la primera bajada. Disfrutando como un niño pequeño, curva tras curva y rodeado de montaña, vegetación y buen ambiente. Bajando por sitios realmente preciosos y con poca influencia de la raza humana en cuanto a edificaciones en medio de la naturaleza.
Pasa una ambulancia y se empieza a escuchar que hay un participante que ha comido demasiado asfalto a pocos km del segundo avituallamiento.
Hasta el segundo avituallamiento he ido llaneando o haciendo unos pequeños puertos.
Empieza la subida del segundo puerto temido, con una distancia de unos 5 kilómetros pero con un desnivel considerable. Empiezo a subir, pasando por el pueblo de Capafonts y me encuentro el segundo avituallamiento, toda la concentración a tomar viento.
Magdalenas, chocolate, fruta.. no pudo faltar de nada, la verdad es que me puse las botas en cuestión de nada,  comiendo y apartando la bici porque había muchísima gente por el medio. Una vez realizado el atracón, hago un pequeño ajuste al sillín y empezamos a subir.

Sube, sube y sube, noto como esta subida pica un poco mas que la primera del circuito, pero aun así me concentro y para arriba, me distraigo mirando las bicis de otros participantes, algún espectador/animador espontaneo que te saca una sonrisa y algún comentario con el ciclista de al lado, que alguna vez, sin aliento, nos respondemos.
Sin darme cuenta, veo el cartel de "final del puerto" ¿ya? a diferencia del primer puerto de unos 13km, estos 5km se me han hecho muy cortos. Bien por mi, ahora toca bajar, y como disfruto en las bajadas, me pongo en una postura aerodinamica que al final acabo desistiendo porque noto como el cuello se va a partir y acabo poniéndome mas cómodo, aun así bajo a una media de 60-65 km/h y trazando las curvas como si fuera a tocar el suelo con la rodilla -lo exagero un poco-. Rodeamos el pueblo de la Febró i empezamos a subir la que sera una de las ultimas largas cuestas del medio fondo. Mirando el plano de altitud que te viene en el dorsal me voy haciendo una idea por que zona estoy mas o menos y sabiendo que una vez en Castillejos (antigua base miliar abandonada) sera prácticamente todo bajada hasta Reus. Así que empezamos a pedalear con ganas de llegar hasta el final de la cuesta.

Cuando consigo salir del valle de la montaña y empiezo a circular por lo que sera la cresta de la montaña hasta llegar a Castillejos, el viento, nuestro amigo viento hace acto de presencia con todo su ser, aunque no viene de frente sino de lado. Intentando no toparme con nadie y manteniendo el equilibrio las veces que me golpeaba con fuerza finalmente llego al final de la cuesta y empiezo a descender.
Motivado sabiendo que todo o prácticamente todo es bajada, pongo el plato grande y empiezo a bajar dejando todo por le camino, en algunas curvas tengo que frenar tanto que los frenos pegan unos chirridos importantes mientras los voluntarios me miran con cara de "donde vas flipado!". Finalmente llego a Alforja después de curvas y curvas de bajada. Allí nos desvían hasta llegar a Vilaplana donde unas horas antes hemos empezado la cronoescalada.  Me encuentro el tercer avituallamiento y me lo salto -soy muy chulo yo- (en verdad fue porque quedaban unos 20 km hasta meta y no tenia hambre y tenia agua suficiente). Entre pueblos nos encontramos un pequeño llano y una subida no muy importante, pero después de esta te encuentras una bajada que me sirvió para coger carrerilla hasta Reus. 
Empiezo a darlo todo, noto que voy a un 80% de mi capacidad, voy dándolo todo, pasando por los pueblos de Aleixar y Maspujols. Me doy cuenta que se ha formado un pequeño pelotón y que voy en cabeza, echo que me motiva mas para darlo todo. Al cabo de un rato de ir a un ritmo muy alto, mis piernas me empiezan a pedir un respiro con lo que bajo un poco de velocidad aunque seguía a un ritmo alto, uno de los del pelotón me dice, "tranqui ahora me pongo yo en cabeza" y dicho y hecho, con el pequeño pelotón a una velocidad alta vamos adelantando a muchos participantes, algunos diciendo "Vamos que ya lo tenemos!!"
De repente, a un par de kilómetros de la meta, tengo un calambre en la pierna izquierda que me hace parar prácticamente, que sensación mas extraña, nunca me había pasado. Estiro un poco aun montado en la bici y veo que poco a poco va despareciendo. Un participante me pregunta si estoy bien y al comentarle lo sucedido me propone que lo siga así me sera mas fácil llegar a meta "menos mal".

LLegamos a meta antes de lo esperado -dado que pensaba que la meta seria desde donde habíamos partido esta mañana-. Acabado, lo que unos meses atrás me pensaba que no podría aguantar, lo que unos años atrás me pensaba que seria muy difícil de superar, ya lo he hecho. Un reto mas cumplido y con muy buen sabor de boca. Contento y feliz de nuevo.

Con esta marcha he aprendido que da igual los tiempos, marcas y todo lo demás, dalo todo por terminarlo y disfrutar de la experiencia. Si me pagaran por ello seria diferente pero la realidad es que yo pago por vivir una experiencia que mas vale pasarlo bien y disfrutar de la experiencia que no al contrario.
Espero prepararme otros retos similares o mejores. ¿sera que el año que viene haré el Gran fondo? a saber. 

saludos ;)